Crepes de pollo

Receta ↓ Ángela Solar

Los crepes de pollo son una deliciosa y nutritiva opción para una cena ligera y sabrosa.

Rellenos con pollo desmenuzado jugoso, verduras crujientes y queso fundido, estos crepes te dejarán con ganas de más.

Además, son fáciles de preparar y se pueden personalizar según tus preferencias. ¡No esperes más y anímate a probar esta riquísima receta!

Los imprescindibles para tus crepes

Para triunfar con tus crepes, necesitas una selección de ingredientes que sean la envidia de cualquier chef. No te preocupes, te tengo cubierto con esta lista.

• Harina de trigo - La base de tus crepes. Yo siempre apuesto por una harina de fuerza, que garantiza esa textura elástica y suave que todos buscamos.
• Huevos - Imprescindibles. Asegúrate de que son frescos; un buen crepe empieza por un huevo que le dé carácter.
• Leche - Aquí puedes jugar un poco. ¿Eres más de leche entera o te decantas por la ligereza de la desnatada? Tu elección marcará la diferencia.
• Mantequilla - Un secreto: una nuez derretida en la masa y tus crepes pasarán de ser buenas a extraordinarias.
• Pollo - Ya sea pechuga o muslo, lo importante es que esté tierno y jugoso. Personalmente, me decanto por el muslo por su sabor más intenso.
• Verduras - Dale rienda suelta a tu creatividad. Pimientos, cebolla, espinacas... lo que tu paladar pida.
• Queso - ¿Hay algo mejor que el queso fundido? Elige uno que se derrita con facilidad y bañe cada hebra de pollo con su cremosidad.

La masa es el lienzo perfecto para crear nuestras deliciosas de pollo. Estoy segura de que, como a mí, te encantará su textura ligera y delicada.

Comencemos por reunir los ingredientes secos: harina de trigo y una pizca de sal. Yo siempre opto por la harina de trigo fina, ya que consigue unas crepes más finas y elegantes. Mezclamos bien los ingredientes secos en un bol para asegurarnos de que no queden grumos.

A continuación, incorporamos los ingredientes húmedos: huevos y leche. La frescura y temperatura adecuada de los huevos resultará en una masa esponjosa. Si prefieres una versión vegana, puedes sustituir los huevos por una mezcla de linaza y agua, y utilizar leche vegetal en lugar de leche de vaca. Batimos los huevos en un tazón y añadimos la leche poco a poco, removiendo suavemente para evitar la formación de burbujas.

Una vez lista la mezcla húmeda, la vertemos sobre los ingredientes secos y mezclamos suavemente hasta obtener una masa homogénea. Si te parece demasiado espesa, puedes añadir un poco más de leche para diluir. Deja reposar la masa durante unos 30 minutos para que se integren bien los ingredientes y queden más ligeras.

Para cocinarlas, unta una sartén antiadherente con un poco de mantequilla o aceite y caliéntala a fuego medio. Cuando la sartén esté caliente, vierte una pequeña cantidad de masa y extiéndela por la superficie con una espátula, formando un círculo fino. Cocina la crepe durante unos 2 minutos, o hasta que los bordes empiecen a despegarse de la sartén. Dale la vuelta y cocina de 30 segundos a 1 minuto, o hasta que esté ligeramente dorada. Continúa el procedimiento con el resto de la mezcla.

¡El relleno de pollo es la estrella de nuestras crepes! Te encantará cómo se combina con la salsa para crear un relleno delicioso y lleno de texturas.

Siempre prefiero cocinar en casa, ya que me permite controlar mejor el sabor y la textura. Además, ¡es muy fácil! Solo tienes que cocinarlo en una sartén con un poco de aceite hasta que esté dorado y tierno.

Una vez que esté listo, es hora de preparar la salsa. Yo suelo usar una mezcla de nata, queso crema y condimentos al gusto, como sal, pimienta y ajo en polvo. Mezcla todos los ingredientes en un bol hasta obtener una salsa suave y cremosa.

Por último, mezcla la carne cocida con la salsa y deja que se enfríe antes de usarla como relleno para tus crepes. Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir un poco de cebolla picada o perejil fresco.

¡Y ya está! Tienes un relleno de pollo delicioso y fácil de preparar para tus. Puedes servirlas con una ensalada verde o unas patatas fritas caseras para completar el plato.

¡Ya estás a punto de disfrutar de tus deliciosas crepes! Una vez que tengas la masa lista y el relleno preparado, es hora de montarlas.

Coge una crepe y colócala en una superficie plana. Yo suelo usar una superficie ligeramente enharinada para evitar que se peguen.

Distribuye equitativamente una parte del relleno en el centro. ¡No te pases con la cantidad para que puedas doblarla fácilmente!

Ahora, dobla los bordes de la crepe hacia adentro, formando un cuadrado o un rectángulo. Asegúrate de que esté completamente cubierto y no se escape.

En una sartén antiadherente a fuego medio, sitúa la tortita rellena para calentarla. Yo siempre le echo un poquito de mantequilla para darle un toque extra de sabor.

Cocina durante 1-2 minutos por cada lado, o hasta que esté ligeramente dorada y crujiente. Repite el proceso con el resto de las crepes y ¡listo!

Puedes servirlas calientes, acompañadas de una ensalada verde o unas patatas fritas caseras. ¡Buen provecho!